There are a lot of enigmas in the so-called NGO crisis that has led the relations between Egypt and the US to its nadir since 1985. But so far there is an obvious conclusion: the Egyptian authorities committed a big blunder by creating this conflict, which has severed the relations with its most powerful ally.
To this date, neither the Egyptian press nor the government has provided a convincing answer to the next questions: Why did the Egyptian authorities charge now several American NGOs and its workers for actions they have been doing for many years? Who took that decision: the judiciary, the government or both? Did they have the approval of the SCAF, the Military Junta, the ultimate power in Egypt since the fall of Mubarak?
There are all sorts of theories flying around. Some people argue that the Military Junta would have fabricated the present crisis in order to pander the anti-American feelings of the Egyptian population; or maybe they just wanted rein on the Human Right NGOs, the most critical sector of the Egpytian civil society towards their rule.
Others blame the powerful minister of Cooperation, Fayza Abul Naga, the only cabinet member from the Mubarak era, and well-known for her hostility to the US. Still some others believe that some judges started the process looking for attention.
In any case, having into account the reactions from most politicians and political parties after all the accused foreigners left the country last Thursday, it is clear that the SCAF is the big looser in this crisis. Whether the generals asked for the NGOs to be charged or not, everyone is blaming them for intervening in the judicial process to lift the ban on travel to foreigners due to US pressures, inflicting a wound to Egyptian national sense of pride. It is normal, they are -and want to be- the ultimate source of power in the country.
The miscalculation of the Egyptian authorities in this issue is huge, and serves as an another example of the inability of the army to rule the country. When Washington stepped up its pressures to get their citizens out of the Egypt, the SCAF and the government responded defiantly. “It is a matter of sovereignty, and judicial interference is not possible”, they argued … just a few days before doing exactly that: forcing the judges to recuse themselves from the case, and lifting the ban on travel to foreigners.
Although the NGO drama is not over yet -the trial will re-start on March 8 offering new chances for unnecesary tensions in the US-Egypt relationship-, it seems a boomerang that is hitting back in the head those who threw it.
Mosaic Oriental 
What amazes me is that abul-naga is minister of international cooperation. Why am I amazed? the two aren’t compatible: to be minister of international cooperation and to have animosity toward the United States. It’s kinda farcical, isn’t it?
Traducción hecha con Google
La crisis de las ONG: un boomerang para las autoridades egipcias
Publicado el 4 de març 2012
Hay un montón de enigmas en la llamada crisis de las ONG que ha llevado las relaciones entre Egipto y EE.UU. a su punto más bajo desde 1985. Pero hasta ahora no hay una conclusión obvia: las autoridades egipcias han cometido un gran error al crear este conflicto, que ha roto las relaciones con su aliado más poderoso.
A día de hoy, ni la prensa ni el gobierno egipcio ha dado una respuesta convincente a las preguntas siguientes: ¿Por qué las autoridades egipcias quieren cobrar ahora de varias organizaciones no gubernamentales estadounidenses y sus trabajadores para las acciones que han estado haciendo durante muchos años? ¿Quién tomó esa decisión: el poder judicial, el gobierno o las dos? ¿Tenían la aprobación del SCAF, la Junta Militar, el máximo poder en Egipto desde la caída de Mubarak?
Hay todo tipo de teorías que vuelan alrededor. Algunas personas sostienen que la Junta Militar ha fabricado la crisis actual con el fin de complacer los sentimientos anti-estadounidenses de la población egipcia, o tal vez sólo quería poner freno a las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos, el sector más crítico de la sociedad civil hacia su gobierno en Egipto.
Otros culpan a la poderosa ministra de Cooperación, Fayza Abul Naga, el único miembro del gabinete de la era Mubarak, y bien conocida por su hostilidad hacia los EE.UU.. Aún así, algunos otros creen que algunos jueces iniciaron el proceso en busca de atención.
En cualquier caso, que tengan en cuenta las reacciones de la mayoría de los políticos y los partidos políticos después de que todos los extranjeros acusados abandonaron el país el jueves pasado, está claro que el SCAF es el perdedor grande en esta crisis. Ya sea que los generales se preguntan por las organizaciones no gubernamentales, que todo el mundo les está culpando de intervenir en el proceso judicial para levantar la prohibición de viajar al extranjero debido a las presiones de Estados Unidos, causando una herida en el sentido de orgullo nacional de Egipto. Es normal, son y quieren ser, la fuente última de poder en el país.
El error de cálculo de las autoridades egipcias en este tema es enorme, y sirve como otro ejemplo de la incapacidad del ejército para gobernar el país. Cuando Washington intensificó sus presiones para que sus ciudadanos se fueran de Egipto, el SCAF y el gobierno respondió desafiante. “Es una cuestión de soberanía, y la interferencia judicial no es posible”, argumentaron … sólo unos pocos días antes de hacer exactamente eso: Obliga a los jueces a abstenerse de participar en el caso, y el levantamiento de la prohibición de viajar a los extranjeros.
Aunque el drama de las ONG aún no ha terminado-el juicio se reiniciará el 8 de marzo ofreciendo nuevas oportunidades para las tensiones innecesarias en la relación Estados Unidos-Egipto. Parece un boomerang que está devolviendo el golpe en la cabeza a los que lo lanzaron.
Efectivament, no hi ha un títol més encertat que aquest, ja que el govern i el SCAF que han promogut aquest incident, són ara de retop els més perjudicats.